El aporte extra de potencia en muchos vehículos es gracias a su turbocompresor. Este elemento es el que le permite al motor aumentar considerablemente.
Su principal cometido es el aporte de aire limpio a la admisión, consiguiendo con ello quemar más combustible y de forma más eficiente, aumentando la potencia y el par motor del vehículo. Son utilizados principalmente en los motores diesel y cada vez más en los motores de gasolina.
DE INTERÉS:
Sustitución del turbo
- Mantenimiento:
Para un correcto funcionamiento el turbo necesita trabajar a altas temperaturas y con una correcta lubricación. Por ello se recomienda esperar a que el motor caliente si se le va a demandar al vehículo mucha potencia. Otra opción es comenzar la marcha suavemente durante los primeros minutos de circulación, sin acelerar agresivamente.
Es necesario también que después de haberle demandado mucha potencia, el turbo necesite un pequeño periodo de adaptación (unos dos minutos) antes de apagar el motor. De este modo lo que se consigue es que el aceite no deje de fluir bruscamente y no corra peligro de carbonizarse y obstaculice el turbo.
Si no se ha forzado mucho, es suficiente con bajar la velocidad progresivamente hasta estacionar el vehículo.
- Síntomas
Cuando un turbo comienza a deteriorarse, se empieza a notar una bajada de potencia. Esto es lo más indicativo, pero también se puede observar que por el escape comienza a salir un humo azulado o que su coche consume más aceite de lo normal.
Con cualquiera de estos síntomas te recomendamos que vayas a tu taller más cercano para que te revisen el sistema.
Si hay que sustituirlo puedes optar por un turbo nuevo o por uno reconstruido que suele salir más económico. En Talleres Cimauto te asesoramos y damos presupuesto antes de cambiar la pieza.